Hoy mí intención es escribir para reivindicar algo que me parece una atrocidad. Y la cuestión que me hago siempre es, cómo puede haber personas que sean capaces de maltratar a cualquier animal. Pero yo quiero hablar de los perros en particular, que creo que por sus condiciones suelen ser los más desfavorecidos.
No entenderé nunca porque hay gente que no ve más que un chucho peludo que sólo da trabajo y que lejos de quererlos se les utiliza como si fuesen un par de zapatillas que regalar. Lo peor es que cuando les empieza a molestar o ven que son una carga se les echa a la calle sabiendo que les depara un mal viaje, y lo que todavía entiendo menos es, como pueden mirarlos a los ojos y alejarse, sabiendo lo que les espera, me parece inhumano y egoísta. Y es que, si no les gusta o no quieren limpiar cacas no los regalen ni los compren, porque como ya habréis oído muchas veces “él nunca lo haría”. Y si esto lo lee alguien que nunca ha tenido uno no lo entenderá y le parecerá exagerado, pensando que sólo es un animal. Pero es mucho más.
Hoy escribo por mi perra Ceibe, porque para mí es la más bonita, porque siempre está ahí para hacerme la fiesta cuando estoy alegre o para llorar a mi lado en los malos momentos, porque es la cosita más fiel que he conocido y conoceré, porque sé que aunque esté fuera un tiempo o a veces no me porte bien con ella siempre te quiere por encima de todo, porque para ella eres lo más importante y si estás mal ella también, y te lo hace saber, porque con ella nunca me siento sola, porque el cariño que puede llegar a dar nada ni nadie lo da, porque para mí es más importante que mucha de la gente que he conocido y te lo demuestra día a día, porque es una más en la familia, no hablan pero no hace falta porque nos entendemos, y lo más importante porque es mi amiga.
Así que, sí alguien se da por aludido y más en estas fechas, que no regale animales si de verdad no los quieren, que para los niños uno de esos que funcionan a pilas son también muy bonitos.
